Arabidopsis thaliana |
Investigadores de la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón,
en colaboración con las norteamericanas de North Texas y California, han descubierto que las hojas de
las plantas disponen de mecanismos para comunicarse entre sí y reaccionar en
cadena a cualquier cambio de condición ambiental. Las conclusiones de este trabajo, donde ha participado el
catedrático de Producción Vegetal de la UJI Aurelio Gómez Cadenas, se han
publicado en la revista 'Science
Signaling', según ha informado la institución académica en un comunicado.
"Nuestro trabajo
demuestra que las hojas de una planta son capaces de hablar entre sí, saber
cómo se encuentran en cada momento y percibir cómo el resto de hojas está
sintiendo", ha aseverado Gómez Cadenas, quien ha indicado que las
situaciones adversas sufridas por una parte de la planta, pero no por el resto
del vegetal -como, por ejemplo, una fuerte radiación o un ataque de alguna
plaga o patógeno- se transmiten a través de la canopia para coordinar la
respuesta de la planta.
En consecuencia, "demostramos
que la exposición de una hoja a una fuerte iluminación genera el cierre de
poros, llamados estomas, en toda la planta con objeto de evitar una posible
deshidratación", ha afirmado Gómez Cadenas, quien ha destacado que
este comportamiento no se había demostrado y "podría ser similar al lenguaje de los animales o las personas".
La planta modelo utilizada para hacer esta investigación fue
Arabidopsis thaliana. Los
investigadores aplicaron estrés lumínico a una sola hoja y comprobaron que el
resto presentaba el mismo comportamiento ante el cambio de condiciones
ambientales.
Aurelio Gómez Cadenas |
Aurelio Gómez Cadenas y la investigadora Sara I. Zandalinas,
coautora de este trabajo -quien defendió su tesis doctoral en la UJI hace un
año y actualmente continúa su investigación en la Universidad de Texas del
Norte- han apuntado que el incremento de luz localizado en una sola hoja "desencadena una ola de señalización química
en forma de cascada al resto de hojas de la planta".
En concreto, en la propagación de esta ola participan
señales de calcio, de especies reactivas de oxígeno y eléctricas, de forma que
toda la planta "reacciona al estrés
lumínico inducido como si toda ella hubiera recibido la misma cantidad de
luz".
Impacto científico
El impacto científico de este descubrimiento es "muy elevado", en opinión de Gómez
Cadenas, puesto que "establece las
bases para diseñar nuevas estrategias agronómicas que aumentan la tolerancia de
los cultivos a las condiciones de estrés abiótico".
Además, estos resultados se pueden materializar en programas
de mejora genética y operaciones de cultivo que "hagan posible que las especies de interés agronómico puedan producir de
forma más eficiente y sostenible en el escenario de cambio climático en que nos
encontramos".
Los resultados de este trabajo publicado en 'Science Signaling' también servirán
para futuros trabajos
centrados en especies cuyos ecosistemas ya se ven
gravemente afectados por condiciones ambientales extremas, a menudo vinculadas
al calentamiento global.
En definitiva, "nuestras
conclusiones servirán para descubrir la manera en que los vegetales coordinan
sus respuestas ante los estreses combinados -por ejemplo, elevadas temperaturas
y sequía actuando simultáneamente- y ayudar a configurar actuaciones ambientales
para paliar los efectos del cambio climático en ecosistemas de alto valor
ecológico".
Fuente: ecoticias.com
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