lunes, 30 de diciembre de 2019

La Academia de Ciencias de California certifica el descubrimiento de 71 especies nuevas este año


Los científicos han anunciado que, en 2019, han descubierto un total de 17 peces, 15 saurópsidos escamosos, 8 plantas con flores, 6 babosas marinas, 5 arácnidos, 4 águilas, 3 hormigas, 3 escíncidos, 2 avispas, 2 petreles, 2 musgos, 2 corales y 2 lagartos.

Más de una docena de investigadores de la Academia, junto con otros colaboradores internacionales, describieron los nuevos descubrimientos de especies, que incluyen animales y plantas de cinco continentes y tres océanos, una de ellas en España.

“A pesar de décadas de recorrer incansablemente algunos de los lugares más familiares y remotos de la Tierra", dice Shannon Bennett, PhD y Jefe de Ciencias de la Academia, "los científicos de la biodiversidad estiman que más del 90% de las especies de la naturaleza siguen siendo desconocidas. Una rica diversidad de plantas y animales es lo que permite que prospere la vida en nuestro planeta: la interconexión de todos los sistemas vivos proporciona resistencia colectiva frente a nuestra crisis climática. Cada especie recién descubierta sirve como un recordatorio importante del papel fundamental que desempeñamos para comprender mejor y preservar estos preciosos ecosistemas."

Entre las nuevas especies descubiertas, el conservador emérito de botánica Frank Almeda, describió este año una rara planta de flor blanca, 'Trembleya altoparaisensis', basándose en varios especímenes recolectados hace más de 100 años por el famoso botánico del siglo XIX Auguste François Marie Glaziou.

Gravesia serratifolia
Tan raro ahora como lo era entonces, la planta resultó difícil de encontrar en la naturaleza. "La gente no cree que las plantas se muevan", dice Ricardo Pacífico, un estudiante de doctorado que trabaja con Almeda e investigador visitante en la Academia, "pero lo hacen". Para botánicos como Pacifico, que a veces depende de un solo espécimen de museo recolectado hace décadas para rastrear el paradero actual de una planta en el campo, estas migraciones pueden ser desafiantes y gratificantes. Afortunadamente, en una expedición reciente a los exuberantes cañones del Parque Nacional Chapada dos Veadeiros en Brasil, Pacifico pudo rastrear un espécimen vivo de Trembleya altoparaisensis para informar la descripción de la especie de Almeda.

Almeda enfatiza la importancia del trabajo de campo de Pacifico para documentar exactamente dónde prosperan estas plantas en la naturaleza. "Claro, los parques nacionales están protegidos", dice, "pero debemos asegurarnos de saber lo que crece en los parques". Él dice que encontrar y documentar especies como T. altoparaisensis y Gravesia serratifolia, otra nueva especie de un parque nacional en Madagascar, descrita por Almeda y su ex alumna, Heritiana Ranarivelo, es crucial para la gestión efectiva de los parques en caso de incendios forestales u otros desastres.

Camellia debaoensis



Desde China nos llega el descubrimiento de Camellia debaoensis, una nueva camelia amarilla  encontrada en la región de Guangxi, en el suroeste del país, en una zona kárstica de roca caliza.





Un descubrimiento español

Linaria vettonica
Una de las nuevas especies de 2019 ha sido descubierta en España. Se trata de Linaria vettonica, una nueva planta endémica de la Sierra de Gredos, en el centro peninsular. Se trata de un endemismo restringido que se distribuye por las vertientes meridionales de los macizos occidental y central de dicha sierra. Las cinco poblaciones encontradas aparecieron sobre suelos arenosos silíceos en claros y laderas de bosques de roble negro. Puedes leer el trabajo completo -publicado por  Modesto Luceño, Mario Fernández-Mazuecos y Pablo Vargas- en este enlace



Fuente: California Academy of Sciences, El Confidencial y Universidad de Málaga.




miércoles, 4 de diciembre de 2019

El árbol que tiene las hojas más grandes que un humano


Los estudiosos del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (INPA) de Manaus, en Brasil, han tardado años en poder identificar la nueva especie, llamada Coccoloba gigantifolia , cuyas hojas son más grandes que una persona adulta.

Los botánicos del INPA se encontraron por primera vez con un el árbol desconocido en 1982 mientras inspeccionaban la cuenca del río Madeira, en la Amazonía brasileña. Descubrieron a más individuos en expediciones posteriores en la década de 1980. Pero no pudieron identificar la especie en ese momento. Los árboles individuales no tenían flores ni frutos, partes esenciales para describir una especie.  Además, sus enormes hojas hacían imposible que fueran prensadas, deshidratadas y trasladadas para su estudio. Aún así, los investigadores tomaron notas e hicieron fotografías.

En 1993, los botánicos finalmente lograron recolectar dos hojas grandes de un árbol en el estado de Rondônia, que luego enmarcaron para su visualización pública en el INPA. "La especie se hizo famosa localmente, pero debido a la falta de material reproductivo no podía describirse como una nueva especie para la ciencia", ha asegurado  Rogério Gribel, investigador del INPA.

En 2005, los científicos lograron entonces recolectar semillas de un árbol en el Bosque Nacional
Jamari y las plantaron en el campus de INPA. Esperaron durante trece años hasta que su paciencia fue recompensada en 2018 cuando uno de los árboles plantados floreció y produjo frutos, lo que les proporcionó el material botánico necesario para describir esta nueva especie.

Gribel y sus colegas, que describieron la especie en un artículo reciente publicado en Acta Amazonica, la llamaron C. gigantifolia en referencia a las hojas gigantes de la planta. Los investigadores dicen que la nueva especie crece hasta unos 15 metros de altura y tiene hojas que pueden alcanzar los 2.5 metros de largo. Probablemente sea la hoja más grande conocida entre las plantas dicotiledóneas, un gran grupo de floración que incluye a los girasoles, hibiscos, tomates y rosas.

Con la descripción formal de la nueva especie ya establecida, los investigadores dicen que la planta es probablemente rara y tiene un alto riesgo de extinción. Solo se han registrado individuos de C. gigantifolia de la cuenca del río Madeira en los estados brasileños de Amazonas y Rondônia, áreas actualmente afectadas por proyectos de infraestructura como represas hidroeléctricas, carreteras y agricultura en expansión.

"Los tramos medio y bajo del río Madeira todavía conservan gran parte de su bosque, pero la deforestación ha crecido rápidamente en estas áreas, especialmente en el noreste de Rondônia y el sur de Amazonas", dijo Gribel que recomienda incluir a la nueva especie en peligro de extinción en la Lista Roja de la UICN.


Fuente: mongabay.com
Imágenes: Rogerio Gribel